Editorial

Actualizado el 09/09/2013

Antalgia: un amplio abanico de medidas

Todos los tratamientos sintomáticos de la artrosis tienen como objetivo aliviar el dolor. Las reacciones a las diferentes medidas, que varían según los pacientes, conducen a promover la personalización del tratamiento.

Sea cual sea la localización de la artrosis, el dolor es el principal síntoma de la enfermedad. Es lo que lleva a consultar, principalmente las personas mayores en las que la artrosis es la primera causa de dolores.

Es habitual diferenciar entre los tratamientos medicamentosos y las medidas no medicamentosas. Y subdividir los primeros en tratamientos por vía general y cuidados por vía local.

Los dos medicamentos antálgicos con más frecuencia administrados por vía general son el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Es recomendable prescribirlos en curas cortas y, para los AINE, tener en cuenta la relación beneficio/riesgo para el aparato digestivo y cardiovascular.
Como tratamiento de fondo, los antiartrósicos sintomáticos de acción lenta (AASAL) ocupan un lugar preferente. Por el contrario, para «pasar un episodio difícil», están indicados los corticoides en inyección intra-articular.

En el tratamiento del dolor de la artrosis, el lugar de las medidas no medicamentosas es tan grande como el de los medicamentos. Su elección es personalizada y tiene en cuenta el contexto (y los deseos) del paciente.
La actividad física, las ayudas técnicas, las ortesis, los ejercicios físicos programados por el reeducador, los consejos «de ahorro articular» sin olvidar la cirugía participan en la antalgia.

La eficacia de estas medidas sólo es óptima si el paciente comprende bien los principios y el interés de todo esto. Ésta es la función de la educación terapéutica.

Referencia
Richette P.Management of osteoarthritis: oral therapies. Rev Prat. 2012 May; 62(5):654-60.

El Comité editorial de Arthrolink