El tratamiento tiene varios objetivos:
- Calmar el dolor,
- Mantener la movilidad articular,
- Luchar contra las deformaciones,
- Si es posible, frenar la destrucción articular.
Se basa, al igual que en todas las localizaciones artrósicas, en la asociación de tratamientos no farmacológicos y farmacológicos. La educación del paciente forma parte integrante del tratamiento: si el paciente comprende mejor su enfermedad, la observancia es mejor. El enfermo debe participar de forma activa en el tratamiento de su enfermedad.
Este tratamiento es multi-disciplinar, y asocia al médico generalista, el reumatólogo, el ortopedista, el traumatólogo, el medico internista, el fisiastra, el reeducador, el dietista y el psicólogo (no es raro constatar un síndrome depresivo en los enfermos en los que la enfermedad, en ocasiones, repercute de forma muy importante en su calidad de vida).
Tratamientos no farmacológicos
La reeducación
Los ejercicios tienen un efecto positivo en los síntomas y la función. Favorecen la autonomía y mejoran la calidad de vida.
Deben efectuarse regularmente. La observancia será mejor si el enfermo lleva un diario cotidiano y lo sigue regularmente. Las recomendaciones mencionan incluso la necesidad de un contacto telefónico periódico con el paciente. Se tiene que aconsejar una actividad física fuera de los episodios dolorosos y adaptada al paciente. Un kinesiterapeuta, o un centro de reeducación, enseñará y planificará los ejercicios, que luego se realizarán en casa.
La higiene de vida
El paciente debe comprender y aceptar el principio del ahorro articular. Debe adaptar su entorno y su forma de vivir en función de su potencial físico, adaptar sus ritmos de descanso y trabajo en función de su cansabilidad articular. Las ayudas técnicas, como el bastón, pueden ayudar, ya que descargan la articulación. Se lleva en el lado opuesto a la cadera patológica. En caso de afección bilateral, el andador puede resultar interesante. Se puede aconsejar el deporte, privilegiando los que no tienen pivote, como la natación o el ciclismo. La marcha a pie y el senderismo no están contraindicados.
El régimen adelgazante en caso de sobrepeso u obesidad.
En el tratamiento de la gonartrosis, la pérdida de peso mejora la función. En la coxosteoartritis, el vínculo es menos evidente y no se ha establecido el beneficio de una pérdida de peso en los síntomas del paciente. Sin embargo, por analogía con la gonartrosis, el sentido común incita a pensar que, puesto que una pérdida de peso es eficaz en la gonartrosis, también puede serlo en la coxosteoartritis.
Tratamientos farmacológicos generales
Los analgésicos y los AINE
Su eficacia, su buena tolerancia y el escaso costo del paracetamol hacen de él el analgésico de primera intención. Se pueden prescribir hasta 4g al día salvo en caso de insuficiencia renal o etilismo crónico, casos en los que habrá que limitarse a 3g. En caso de que no funcione, se podrán proponer AINE (si es necesario asociados a un protector gástrico) o un coxib, limitando su receta al menor tiempo posible.
Los anti-artrósicos sintomáticos de acción lenta
En varios estudios relativos a la coxosteoartritis, los AASAL han mostrado una eficacia en el dolor y la incapacidad funcional. Actúan al cabo de varias semanas.
Tratamientos farmacológicos intra-articulares
Las infiltraciones de corticoides
Este tipo de inyección puede aliviar rápidamente la articulación dolorida cuando hay un acceso agudo de osteoartritis. Para esta articulación profunda, es necesario realizar la infiltración bajo control visual (escopia o ecografía).
Tratamiento quirúrgico
Preventivo
La cirugía conservadora preventiva se dirige al paciente joven y pretende frenar el proceso artrósico.
Se utilizan varias técnicas:
- En caso de defecto de eje, se puede plantear una osteotomía femoral.
- En caso de displasia de cadera (insuficiencia de cobertura de la cabeza del fémur por el techo del acetábulo), se propondrá una cirugía acetabular con implantación de un tope preventivo. El objetivo de esta cirugía es aumentar el tamaño del acetábulo y, de esta forma, modificar las fuerzas que se ejercen sobre la cadera.
También se puede proponer un gesto preventivo en caso de conflicto anterior femoro-acetabular.
Curativo
Se basa en la implantación de una prótesis total de la cadera. Es necesario verificar que el tratamiento médico se ha aplicado correctamente antes de proponer al paciente la implantación de una prótesis de cadera.
Se tiene que evaluar la molestia funcional del paciente. Algunos test funcionales (test de Lequesne, por ejemplo) permiten cuantificar esta molestia y guiar la indicación de una prótesis.
Se recomienda prescribir una reeducación pre-operatoria que debe incluir kinesiterapia y proponer una educación terapéutica al enfermo.
En post-operatorio, se prescribirán sesiones de reeducación en el ambulatorio cuando el paciente vuelva a su casa. Para los pacientes que tengan una función alterada, comorbilidades asociadas o complicaciones de la cirugía, la realización de la reeducación se realizará en estructuras adaptadas.
Caso particular de la coxosteoartritis destructiva rápida
La descarga articular está particularmente indicada, en asociación con un tratamiento con infiltraciones cortisonadas intra-articulares. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos, la evolución conduce a una destrucción articular importante que requiere la implantación de una prótesis total de cadera.
Referencias
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