Los tipos de tratamientos quirúrgicos

Existen 3 posibilidades de tratamiento quirúrgico:

  • El tratamiento conservador,
  • La artroplastia,
  • La artrodesis.

     

El tratamiento conservador

tratamiento conservador genu valgum

Normalmente se reserva para los pacientes jóvenes, con poca o ninguna osteoartritis, pero que presentan problemas arquitecturales que pueden evolucionar, con el tiempo, hacia una enfermedad artrósica confirmada.

Su objetivo es corregir los vicios arquitecturales y los defectos de eje.
Las osteotomías de centraje (cadera o rodilla) forman parte de esta categoría de tratamiento.

La artroplastia

prothèse totale de la hanche

El tratamiento protésico, o artroplastia, está indicado para los enfermos generalmente de más de 60 años que tengan una osteoartritis evolucionada, y después del fracaso de un tratamiento médico. Permite obtener buenos resultados en numerosas localizaciones artrósicas (cadera, rodilla) pero se siguen evaluando en otras.

Se trata de sustituir los 2 lados de una articulación.

En la cadera, las prótesis son distintas según su modo de fijación al hueso o en función de su acoplamiento de fricción. Existen varios acoplamientos de fricción:
metal/polietileno, metal/metal, cerámica/polietileno, cerámica/cerámica. Los acoplamientos que utilizan polietileno para el acetábulo tienen una duración de vida de entre 10 y 20 años según la actividad del enfermo. En los acoplamientos metal/metal o metal/cerámica o cerámica/cerámica, el índice de desgaste es menor, pero el riesgo de fractura es más elevado.

En la rodilla, las prótesis pueden ser unicompartimentales, y solo sustituyen el compartimento femorotibial artrósico, bi o tricompartimentales.

En los dedos se utilizan a veces implantes de silicona.

La fijación de los implantes protésicos recurre a 2 técnicas: bien una fijación con cemento, o la unión entre el hueso y la prótesis se realiza por impacto.

La artrodesis

Consiste en fusionar la articulación en posición de función. El bloqueo definitivo de la articulación puede obtenerse por atornillado, fijación externa o enclavijamiento centro medular. Está indicada, raramente, en algunas localizaciones (manos). Esta técnica permite un buen alivio de los dolores pero conduce a la pérdida de la movilidad.