La consulta de anestesia pre-operatoria es obligatoria y ha de tener lugar al menos 48 horas antes de la intervención. Permite evaluar el estado cardiovascular del paciente y la búsqueda y la erradicación de cualquier foco infeccioso potencial, como el urinario.
También permite escoger la técnica anestésica más apropiada (anestesia local, regional o general) y, cuando sea necesario, una estrategia transfusional (eventualmente auto transfusión).
Antes de cualquier acto quirúrgico, es necesario obtener un consentimiento informado, después de haber expuesto los riesgos y las alternativas posibles.
La cirugía ortopédica es una cirugía “limpia”. Es primordial la preparación del enfermo.